¿Cómo prepararse para la eutanasia de su querida mascota?
El fallecimiento de una mascota es seguramente lo menos que cualquier amante de las mascotas desearía. Si se tiene una mascota, que se ha convertido en parte de la familia a lo largo de los años, decir adiós nunca es fácil. Esto se hace aún más difícil en el caso de la eutanasia de mascotas. La decisión de poner a dormir a su mascota es una decisión que nunca puede tomarse de forma precipitada. Puede ser emocionalmente agotador, sobre todo si se piensa en lo triste que sería la vida en ausencia de su fuente de alegría: su mascota. Sin embargo, en la mayoría de los casos, hay que hacer lo correcto, y eso es dejarlo ir finalmente. La muerte puede parecer dura, pero es mejor que ver sufrir a su mascota. Para disminuir el sufrimiento que conlleva la eutanasia de mascotas, asegúrese de estar preparado para el día en que tenga que decir adiós.
Tomar una decisión
Esto es quizás lo más importante, y es aquí donde empezará a sentir el dolor. Una vez que su veterinario le recomiende la eutanasia, si no está seguro, puede considerar buscar una segunda opinión para estar tranquilo. Además, esté atento a los signos evidentes de que la calidad de vida de su mascota ya está disminuyendo, lo que puede ser indicativo de la necesidad de practicar la eutanasia. Una vez que haya decidido dejarlo ir, dedique tiempo a elegir la mejor clínica veterinaria para llevar a cabo el procedimiento. Al igual que los humanos, las mascotas merecen una muerte pacífica y decente. El dolor va a ser peor si sabes que la mascota va a morir de una manera tan cruel.
Medite
Antes de dar luz verde a la eutanasia de la mascota, busca un lugar tranquilo donde puedas meditar. Nunca tomes una decisión cuando tengas miedo, ira o cualquier otra emoción negativa o pesada. Lo mejor es mantener la calma y tener un estado de ánimo positivo. Piensa en los momentos felices con tu mascota. Evalúa la necesidad de la eutanasia y piensa en cómo puede ser mejor para tu mascota. Aunque sea difícil de aceptar, la dura realidad de la vida es que la muerte es inevitable, y puede llegar antes para bien.
Pregunte cómo se lleva a cabo
Como forma de prepararse para la eutanasia de la mascota, debe hablar con el veterinario y preguntar cómo se va a realizar el procedimiento. Normalmente se realiza mediante una inyección de sobredosis de anestesia. Si crees que el procedimiento es demasiado cruel, puedes preguntar al veterinario por otras opciones. Preguntar cómo se hace es importante porque te permitirá tomar la decisión correcta y asegurarte de que la muerte será más aceptable al ser soportable para tu querida mascota.
Cuidados posteriores
Al igual que los seres humanos, las mascotas deben ser veladas de la forma más decente posible. Como parte de su preparación, piense de antemano en cómo se gestionarán los cuidados posteriores, como el entierro y la incineración. Algunos pueden recurrir a la cremación privada y conservar las cenizas de su mascota. De este modo, podrán estar siempre juntos. Hay quienes optan por enterrarlos en un cementerio de mascotas.
Proporcionar apoyo emocional
Algunos propietarios de mascotas deciden no estar presentes cuando se realiza el procedimiento porque el dolor es demasiado para ellos. Sin embargo, estar ausente no es bueno, ya que indica falta de apoyo. El día en que se vaya a practicar la eutanasia a su mascota, asegúrese de estar presente. Pide a tus familiares y amigos que también estén presentes. Puede ser uno de los días más tristes de tu vida, pero cuando estás rodeado de gente importante, es más fácil aceptar la realidad de que tu mascota tiene que irse.
Reza una oración
Antes de la eutanasia, asegúrese de rezar una pequeña oración por su mascota. Para algunos, esto puede hacerse en forma de poema o cualquier tipo de último mensaje. Esto puede ser una oportunidad para revivir sus recuerdos y pedir perdón por lo que tiene que hacer para mejor. Puedes pedir a la familia y a los amigos que también tengan su mensaje de despedida, al igual que ocurre en un funeral tradicional. Abraza a tu mascota por última vez y acepta el procedimiento con el corazón abierto. Reza para tener el valor de aceptar la decisión que has tomado y para tener la esperanza de que en el futuro puedas encontrar y dar la misma cantidad de amor a otra mascota.