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¿Por qué los gatos son tan quisquillosos con la comida?

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Los gatos son famosos por ser quisquillosos. La mayoría de los dueños de estos maravillosos animales tuvieron la oportunidad de descubrirlo por sí mismos, comprando nuevos tipos y sabores de comida solo para ver al gato alejarse del plato con disgusto. Tales experiencias no solo son frustrantes sino también costosas. Muchos de nosotros nos preguntamos: ¿Por qué no puede simplemente comer lo que se le ofrece? ¿Qué le desagrada: el olor, la textura, la temperatura? ¿O tal vez la forma en que se almacenan los alimentos es importante? ¿Hay alguna forma de decodificar las preferencias alimentarias de un gato ?

La alimentación de un gato

Comer en la naturaleza tiene como objetivo aportar al organismo nutrientes, en el caso de los gatos, principalmente proteínas, grasas, aminoácidos y vitaminas, ya que estos animales no necesitan hidratos de carbono. Las experiencias gustativas tienen aquí una importancia marginal.

El gato come para sobrevivir, o más precisamente, para convertir la comida que ingiere en glucosa, que alimenta el cuerpo. A diferencia de los perros o los humanos, estos animales producen glucosa solo a partir de proteínas, por lo que los carbohidratos no son necesarios en su dieta, e incluso pueden ser dañinos.

Preferencias de comida

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Las investigaciones muestran que es más probable que los gatitos coman lo que su madre comía antes de nacer y lo que luego llevó al nido. Los gatitos, imitando a su madre, pueden aprender de esta forma a comer cualquier cosa, incluso sustancias poco nutritivas o incluso peligrosas para ellos.

Si un gato se cría en casa, donde tiene acceso a una variedad de alimentos, sus gatitos estarán ansiosos por aprender nuevos sabores y es poco probable que sean quisquillosos en el futuro. Si por el contrario la dieta es monótona, aumenta el riesgo de una fijación nutricional difícil de combatir en el futuro.

Los gatos domésticos deben ser alimentados con frecuencia (cada 2-3 horas) con pequeñas porciones de comida húmeda, rica en carne y completa. Hasta aquí la teoría. En la práctica, esta tarea puede resultar más difícil de lo que parece y, sobre todo, frustrante para los cuidadores.

Sucede que los gatos se niegan a comer latas o bolsitas de buena calidad (y, al mismo tiempo, caras). En teoría, la comida es perfecta: sana, equilibrada, rica en nutrientes. Contiene una gran cantidad de proteína animal que los gatos más necesitan. Y sin embargo el gato no come. ¿Por qué?

Enfermedad somática

La razón más común de una falta total de apetito es una enfermedad somática. Si vemos que nuestro ronroneo de repente ha empezado a comer menos, está perdiendo peso o no come nada, debemos acudir al veterinario lo antes posible. El ayuno de más de 48 horas (ya veces incluso menos) es una grave amenaza para la vida del animal.

Si, por el contrario, el gato claramente tiene apetito, va al comedero, huele la comida, pero luego se aleja, puede ser una señal de dolor: principalmente en la boca, pero no necesariamente. En este caso, también debe consultar a un veterinario lo antes posible.

El gato tiene un problema con el olfato

Para un gato, el olor de la comida es mucho más importante que el sabor. Por lo tanto, si el gato pierde el apetito repentinamente, puede indicar una alteración en el sentido del olfato. Son una complicación común de la secreción nasal de los gatos. Deben ser descartados en el veterinario.

Podemos potenciar el olor de los alimentos calentándolos suavemente y formando los llamados «Conos de fragancia». Los alimentos colocados en forma de pirámide difunden mejor el aroma que los alimentos colocados en un tazón. También se puede «saborear» ligeramente con una adición fuertemente fragante, por ejemplo, atún enlatado marinado en su propia salsa.

El alimento es de mala calidad

Los científicos que estudian los hábitos alimenticios de los gatos han demostrado que un gato estadístico prefiere alimentos con un alto contenido de proteínas, con un sabor muy “carnoso”. Esto está en línea con las necesidades de su cuerpo. Entonces, si el ronroneo es quisquilloso con el tazón, deberíamos mirar la composición de la comida que compramos.

Los fabricantes de alimentos a menudo equilibran el contenido de proteína agregando proteína vegetal, con mayor frecuencia de legumbres. Mientras tanto, la proteína vegetal no es digerible para su gato y no brinda beneficios nutricionales al cuerpo del gato. Los alimentos con un alto contenido de proteínas de origen vegetal suelen tener forma de «trozos en salsa».

Alimento frío

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Los gatos comen presas cuando todavía están calientes. Por lo tanto, se les debe dar comida a temperatura ambiente, o incluso calentarlos a una temperatura de unos 37 a 40 grados. Esto se puede hacer en un microondas o en el llamado baño maría poniendo la lata en una olla con agua tibia. También podemos añadir un poco de agua tibia a una porción del pienso.

A algunos gatos no les gusta la comida que ha estado en el refrigerador durante mucho tiempo y que huele a comida. Si tienes que mantener una lata o un sobre abierto, lo mejor es poner su contenido en un recipiente de vidrio tapado.

Adicción

Algunos gatos pueden parecer adictos a un tipo de comida. Cuando se acaba, se niegan a comer cualquier otra cosa. No pueden comer durante días, lo que lleva a sus guardianes a la desesperación.

Debe tratar con un gato así lenta y pacientemente: amplíe constantemente su dieta no solo con nuevos sabores, sino también con nuevas texturas y texturas. La forma, la textura, el nivel de humedad de los alimentos, todo importa. Afortunadamente, hay docenas de productos y fabricantes en el mercado, por lo que hay algo para todos.

Una dieta adecuada tiene un gran impacto en la salud de tu gato, por lo que vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo. No vale la pena ahorrar dinero: los gastos en alimentos de alta calidad se amortizarán en forma de ahorros en el tratamiento veterinario.